En las montañas de Chiriquí, Panamá, dos destinos están robando miradas en el mapa del turismo latinoamericano. Boquete y Tierras Altas se han convertido en el epicentro del café más caro del mundo: el famoso Geisha, que alcanzó un récord histórico al venderse por más de 30.000 dólares por kilo en la subasta internacional Best of Panama 2025. Pero más allá del lujo, este rincón del país es una invitación a descubrir la esencia del café desde su origen.
Boquete, conocido como el “Valle de la Eterna Primavera”, ofrece a los visitantes un viaje sensorial entre fincas cafetaleras, catas guiadas y paisajes volcánicos donde cada taza tiene una historia que contar. Su clima fresco, los bosques nubosos y el majestuoso Volcán Barú crean un entorno perfecto para quienes buscan turismo de naturaleza, aventura y bienestar.
A tan solo hora y media, Tierras Altas despliega su encanto rural entre los pueblos de Volcán, Cerro Punta y Guadalupe. Famosa como la “despensa de Panamá”, esta región combina la tradición agrícola con experiencias auténticas farm to table, donde los ingredientes van directo del campo al plato, ofreciendo sabores únicos en medio de un paisaje que parece detenido en el tiempo.
Ambos destinos son hoy símbolo de sostenibilidad y cultura panameña. Con el Parque Internacional La Amistad —Patrimonio Mundial de la UNESCO— como telón de fondo, Boquete y Tierras Altas se perfilan como una alternativa cercana para los colombianos que buscan experiencias genuinas, lejos del turismo tradicional, donde el aroma del café se mezcla con la aventura y la serenidad de las montañas.
